Resucitar al violinista

Entre run y run y run, me fueron surgiendo una serie de
preguntas, como por ejemplo, sí existía una capacidad limitada para enamorarse
que se va agotando conforme la malgastas en intentos fallidos. Entonces me vino
la imagen de las típicas máquinas de los recreativos, de esas que tenías 5
duros para una partida, y sabías que si te mataban, apenas contabas con hasta 3
vidas para estirar las puñeteras 25 pesetas, y hasta donde llegaran. En caso de que fueran 3 las oportunidades, me quedaría
solo una, lo cual es tan esperanzador como inquietante, ya que equivocarse de
nuevo me dejaría sin monedas. Demasiada presión, así que decretemos positivo, y
pensemos que no hay limitación, sino que, como decía mi amigo, las maneras de
amar mutan. Pero, ¿cuántas maneras de querer puede haber? Me refiero a amor de
pareja, es que yo sólo veo una, y se parece tanto a la del caballero y la princesa.
Sé que hay un libro, “La
princesa que creía en los cuentos de hadas”, que podría venirme al pelo teniendo
en cuenta que también utiliza la metáfora de la princesa, y aunque no lo he leído,
porque jamás he leído un libro de autoayuda (yo para autoayudarme no leo,
escribo que es mucho más presuntuoso), pero me han contado que tiene que ver
con la importancia de vivir en la realidad. Según creo, el mensaje del cuento versa sobre dejar de idealizar
la vida en pareja y aprender a querer al otro tal y como es. Sí estoy en lo
cierto y esta es la moraleja, no podría estar más de acuerdo con ella, no
obstante, yo ahora mismo no quiero profundizar tanto, voy muchos pasos por
detrás. Porque ni siquiera estoy en la parte de cómo hacer que funcione, sino
en cómo hacer que pase…una vez más. El principal obstáculo es esa sombra de
cinismo que me persigue últimamente, y de la que intento escapar. Sin embargo, confieso
que es una batalla que me va desgastando y que a ratos incluso, me vence.
No es nimia la victoria es de un color verde como el que pintan la esperanza y me encanta que te sonrías al cambiar el titulo del post nunca debemos asesinar al que pone música en nuestras vidas aunque a veces suene distorsionada o el disco este rayado y le cueste salir de la misma nota, por el contrario debemos escuchar violines para que con sus notas sepamos escoger al violinista que mejor toca y al fin escuchemos una gran banda sonora .... y hablando de bandas sonoras ¿que tal "Memorias de Africa" ? preciosa musica ¡¡¡escuchemos violines mi princesa¡¡¡
ResponderEliminarMe encanta como escribes, seguramente mordisquearás tus uñas un poco mientras relees tu texto antes de dar el go a la versión definitiva. Sigue creyendo en principes aunque estos tengan hoy en día un coche peor que el tuyo en lugar de un bonito corcel, no hay nada mejor que creer en algo.
ResponderEliminarUn sapo "cadaver" ;)