Resucitar al violinista

En una conversación reciente, un amigo me dijo que el amor, superada cierta edad, surge y se vive de otra manera. Que es más calmado e incluso interesado, desde un
punto de vista positivo, porque no existe un interés velado. Decía que existe una necesidad mutua, y digamos que simplemente os encontráis, comprobáis que tenéis puntos de vista similares, igual manera de entender la vida, y un objetivo vital común que a grandes rasgos, justifica sobradamente la “transacción”.  No era un planteamiento nuevo para mí, pero nunca había estado muy de acuerdo con él, porque yo creo en princesas prometidas y en caballeros valientes  que nos rescatan de los príncipes sapo. Así que descarté totalmente dar valor a esta hipótesis, para evitar sembrarme dudas nuevas. Pero el run run persistió…y el run run es un sonido molesto que no deja lugar al descanso. Forzada por lo incesante del fastidioso ruido, me he visto obligada a recapacitar sobre ello para intentar despejar dudas y deshacer el nudo, y la realidad se ha manifestado ante mis ojos.

Entre run y run y run, me fueron surgiendo una serie de preguntas, como por ejemplo, sí existía una capacidad limitada para enamorarse que se va agotando conforme la malgastas en intentos fallidos. Entonces me vino la imagen de las típicas máquinas de los recreativos, de esas que tenías 5 duros para una partida, y sabías que si te mataban, apenas contabas con hasta 3 vidas para estirar las puñeteras 25 pesetas, y hasta donde llegaran.  En caso de que fueran 3 las oportunidades, me quedaría solo una, lo cual es tan esperanzador como inquietante, ya que equivocarse de nuevo me dejaría sin monedas. Demasiada presión, así que decretemos positivo, y pensemos que no hay limitación, sino que, como decía mi amigo, las maneras de amar mutan. Pero, ¿cuántas maneras de querer puede haber? Me refiero a amor de pareja, es que yo sólo veo una, y se parece tanto a la del caballero y la princesa.

Sé que hay un libro, “La princesa que creía en los cuentos de hadas”, que podría venirme al pelo teniendo en cuenta que también utiliza la metáfora de la princesa, y aunque no lo he leído, porque jamás he leído un libro de autoayuda (yo para autoayudarme no leo, escribo que es mucho más presuntuoso), pero me han contado que tiene que ver con la importancia de vivir en la realidad. Según creo,  el mensaje del cuento versa sobre dejar de idealizar la vida en pareja y aprender a querer al otro tal y como es. Sí estoy en lo cierto y esta es la moraleja, no podría estar más de acuerdo con ella, no obstante, yo ahora mismo no quiero profundizar tanto, voy muchos pasos por detrás. Porque ni siquiera estoy en la parte de cómo hacer que funcione, sino en cómo hacer que pase…una vez más. El principal obstáculo es esa sombra de cinismo que me persigue últimamente, y de la que intento escapar. Sin embargo, confieso que es una batalla que me va desgastando y que a ratos incluso, me vence.

Lo peor es que cuando llegué a este punto de mi reflexión, el problema se me antojó aún más complejo, y empecé a  pensar en los “cadáveres” que dejamos en el camino por nuestra incapacidad de resetear y poner el contador a cero, y lo injusto que resulta, a la vez que inevitable. Y lo llamamos experiencia, y alguno dirá que esto es bueno, y yo digo que rotundamente NO lo es, porque cuanto más sabes menos das, y si no das no hay violines, ni suena ninguna banda sonora. Y ahí fue cuando encontré el título para el post: “Asesinato al violista”, y justo cuando estaba cargando los párrafos en blogger para compartirlo con el mundo, le di la vuelta para esquivarle un nuevo revés al cinismo, y lo titulé: “Resucitar al violinista”. Y me regalé una sonrisa de satisfacción por esta nimia victoria.

Comentarios

  1. No es nimia la victoria es de un color verde como el que pintan la esperanza y me encanta que te sonrías al cambiar el titulo del post nunca debemos asesinar al que pone música en nuestras vidas aunque a veces suene distorsionada o el disco este rayado y le cueste salir de la misma nota, por el contrario debemos escuchar violines para que con sus notas sepamos escoger al violinista que mejor toca y al fin escuchemos una gran banda sonora .... y hablando de bandas sonoras ¿que tal "Memorias de Africa" ? preciosa musica ¡¡¡escuchemos violines mi princesa¡¡¡

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  2. Me encanta como escribes, seguramente mordisquearás tus uñas un poco mientras relees tu texto antes de dar el go a la versión definitiva. Sigue creyendo en principes aunque estos tengan hoy en día un coche peor que el tuyo en lugar de un bonito corcel, no hay nada mejor que creer en algo.

    Un sapo "cadaver" ;)

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