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Este blog nació hace ya más de 3 años. Y aún me parece que ha pasado mucho más tiempo… Lo hizo de forma humilde, y con el miedo de que su vitalidad fuera decreciendo con el paso del tiempo hasta desaparecer. Esto no ha sido así, aunque he tenido etapas más o menos proliferas. Por otro lado, es cierto que ya hace meses que no escribo en él, pero me lo he perdonado porque no he perdido esta faceta bloguera, aunque ahora y por el momento, la destino a un proyecto profesional y académico. Escribo sobre cosas mucho más aburridas, pero a veces es lo que corresponde.

En fin, toda esta introducción, es el preludio que anuncia mi vuelta a los ruedos.  La decisión de revitalizar Bloguera por Sorpresa y de hacerlo precisamente ahora, se debe a una circunstancia personal muy especial. Esta nueva circunstancia lo cambia todo, y me inspira tanto que me siento motivada para encontrar la forma de compartir esta experiencia con aquel que aterrice en estas páginas.  Como ya no quiero dar más pistas, aunque creo que he sido poco sutil, dedico un último párrafo a hacer un breve cierre del año (siempre justo y necesario).

No sabría decir exactamente si 2015 ha sido el año más complicado de mi vida (me niego a darle ese gusto), pero desde luego sí que ha sido el más “toca pelotas”. 2015 ha querido darme por saco en diferentes momentos del año, esto es así. No sé si esto ha sido por una cuestión personal, o porque a veces “toca”, pero este año ha querido mirarme a los ojos y retarme, y ahí le hemos estado echando cara, no sin ayuda. Eso sí, en cuanto ha querido propinarme el golpe maestro, me he sacado una carta debajo de la manga y ya le tengo contra las cuerdas. Me ha preguntado si lo dejamos en tablas, y por supuesto, le he dicho que NO. Deja el testigo a 2016, que se presenta con la mente limpia y el cuenta kilómetros a cero, inocente como la sonrisa de un recién nacido que no conoce de batallas.

“I´m on” , y con doble fuerza.  

¡Feliz año 2016 a todos!