El que resiste, gana

Antes de ayer escuché a un señor en la tele decir una frase que me ha calado hondo: “El que resiste, gana”. Si bien, el contexto en el que hizo tal aseveración no era lo que podríamos catalogar como épico (hablaba de la competencia entre negocios en el programa Comando Actualidad, todo muy poco poético, como decía),  igualmente a mí la frase me llegó.

“El que resiste, gana”, “el que resiste, gana”… me repetía para mis adentros una y otra vez, y hasta por un instante pensé la frikada de traducirla al chino o al árabe o al persa,  y tatuármela en el “costao” izquierdo al estilo Angelina Jolie… fue solo un instante, e insisto que es que me sentí muy identificada.

Tatuaje Angelina Jolie

Después, continuando con mi reflexión, pensé que la resistencia es más una cosa de mujeres. Nosotras que somos capaces de pasarnos horas e incluso días, dando a luz abiertas en canal, y sentirnos dichosas al mismo tiempo. Qué paradójico, pero así es.  Las mujeres resistimos tela marinera, es un hecho. Sin embargo,  acto seguido llegó el pensamiento que me bajó de mi estado de exaltación de orgullo de fémina, y es que no siento que la segunda parte de la expresión se corresponda con la realidad. Las mujeres NO siempre ganamos, por más que resistamos. Vale que todo tiene sus matices, y que no se puede hacer una afirmación tan categórica. Pero a mí me ha entrado una profunda desazón al pensarlo.  ¿Y en qué me baso para decir que las mujeres NO ganamos? Pues es que no quiero hacer apología y decir que basta con mirar un diario o ver las noticias para comprobar las cosas tan terroríficas que pasan en el mundo con las mujeres….no me quiero poner tan dramática porque este tema me supera. Me quedo en cosas más del día a día, en el entorno laboral por ejemplo, en el reparto de tareas en casa y, sobre todo, de responsabilidades, en los prejuicios que aún tenemos que escuchar en la calle y de los que hemos inmunizado a nuestros oídos. No existe una situación de igualdad ni de lejos, y aunque la cosa mejora a ratos y en algunas facetas, que no en todas, parece mentira que aún tengamos que sufrir situaciones discriminatorias.

Y vuelvo a la resistencia, que lo del perder no me está gustando, y razono que resistimos más y mejor porque tenemos un umbral del dolor diferente, tanto físico como mental.  ¿Nos han debido castigar más y a la fuerza se ha hecho el callo, o es una cuestión pura de naturaleza?  El caso es que nuestro cuerpo y nuestra mente tienen una capacidad extraordinaria para superar obstáculos y sobreponernos de las desgracias.

Llegados a este punto, compruebo que una frase que empezó haciéndome sentir inspirada, acabó haciéndome sentir triste. Así que había que darle la vuelta. Y cogí la tuerca y la giré un poquito más para transformar el concepto. Puede que las mujeres, y a pesar de resistir como jabatas, a menudo NO ganemos, pero solemos sentirnos ganadoras. Eso es otra realidad. Porque cuando  yo hablo con mujeres que viven situaciones de injusticia o desproporción por su género, también observo en ellas que lo viven desde la fuerza y la valentía,  y que no hay sentimiento de derrota en sus palabras. Por el contrario, dan por hecho que su camino es distinto por ser mujer y que es una lucha constante, y por encima de todo, no cambian todas las cosas buenas que su propia condición les otorga.

Y como la realidad al  final no es otra cosa que lo que tú te cuentas a ti mismo, pues sí, las mujeres ganamos, siempre, porque resistimos… y por infinitas razones más. Ya estoy llamando al tatuador  :P

PD: Sin que esa fuera mi intención, me ha quedado un post muy feminista, pero que conste que mi único objetivo es reconocer y enaltecer a la mujer. Sin más. Lejos de intentar reflejar la existencia o no de una guerra de sexos, yo paso de guerrear que cansa mucho.