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Mostrando entradas de febrero, 2014

El año en que aprendí a improvisar

Yo a veces también hago “frikadas”. Pues como todo hijo de vecino. En este caso, hoy quería escribir sobre una de ellas, que opino que es curiosa o, cuanto menos, poco habitual: la de mirar el histórico del Outlook para ver qué correos escribí/recibí tal día como hoy de hace 1 año.  Quiero aclarar que es algo que hago muy muy de vez en cuando, como 1 vez cada 3-4 meses o más. Depende. De momento creo que es algo que no tengo que hacérmelo mirar, y sino que me lo rebatan los guionistas de las series americanas de adolescentes cada vez que entierran y desentierran una “cápsula del tiempo” (de esas en las que meten pompones de animadoras y chaquetas del quearterback, junto con el álbum de fotos de la promoción del instituto). Volviendo a este ejercicio de retrospectiva, confieso que precisamente lo hago para eso, para aclarar contextos… ¿de dónde venimos? ¿a dónde vamos? Pura reflexión filosófica aterrizada en un acto inocente de ver qué pasaba en mi vida hace un año. No me voy a par...

Basado en hechos reales

Imagen
Martes, 8.35 de la mañana. El ascensor se cierra y casi en simultáneo, yo cierro la cremallera de mi plumas echando un último vistazo de reconocimiento en el espejo. Chipi me mira resignado mientras espera a  que las puertas del ascensor vuelvan a abrirse para reanudar el camino que le llevará a la calle. Son malas fechas, hace frío, y el paseo matutino, aunque obligado, se le hace cuesta arriba. Un ligero brinco de la caja elevadora anuncia que “hemos llegado a nuestro destino”. Hago un giro sobre mis pies para mirar de frente a la salida justo antes de que la puerta se abra, nunca se sabe si alguien puede estar esperando al otro lado y pillarte "in fraganti" en ese momento íntimo de chequear que no hayas olvidado alguna legaña.  Y entonces llega el momento fatídico que desmonta una perfecta monotonía. Las llaves se precipitan de mis manos para lanzarse al vacío. Y no cualquier vacío, sino el vacío que las llevará directamente al interior de la rendija oscura y misteriosa...